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"Los crímenes del Museo del Prado" Tomás García Yebra


LOS CRÍMENES DEL MUSEO DEL PRADO

TOMÁS GARCÍA YEBRA

Ecitorial: FUNAMBULISTA

Sinopsis:

El misántropo y mordaz periodista Mariano Larra y el intrépido y seductor fotógrafo Fran Kapa serán los testigos y a la vez los únicos sospechosos de unos inexplicables asesinatos mientras realizan un reportaje sobre una exposición de Velázquez en el Museo del Prado. Estos dos anacrónicos y atrabiliarios personajes, junto c on otros cuatro —un guasón estudiante de robótica, una extravagante danesa admiradora de cuadros sobre enanos, un escritor empedernidamente romántico y el oportunista director del dominical Todos Encantados—, se verán envueltos en una trepidante investigación que les llevará, en su búsqueda de la verdad, hasta las entrañas del propio museo y de sus insondables misterios. En esta novela que rezuma literatura, arte y humor en cada una de sus páginas (al tiempo que cumple con los cánones de toda buena novela de suspense), Tomás García Yebra descoyunta un mundo en el que se quiebra el tiempo y donde se desdibujan las fronteras entre la realidad y la ficción. Pero sobre todo, debajo de la sonrisa y las carcajadas que produce Los crímenes del Museo del Prado —novela paródica y esperpéntica nada al uso y políticamente más que incorrecta— se esconde una honda reflexión sobre la banalidad del hombre, su ambición desmedida, la finalidad de toda obra literaria, la omnipresente cultura de la imagen y esa gangrena que es el periodismo sensacionalista.

Opinión personal:

Lo entiendo como una crítica hacia los programas sensacionalistas, a sus espectadores y a los que siguen las modas sin pararse a pensar en el  porqué de cada cosa, a los que van o vamos como borregos...como Vicente ¿dónde va Vicente? donde va la gente...
Cargada de humor inteligente, ironía y mucho sarcasmo, los personajes, un tanto gamberros, elaboran un reportaje para un dominical viviendo una serie de peripecias de lo más disparatadas, algunas provocadas por ellos mismos, para dar cuerpo a un artículo sobre una exposición de Velázquez en el Museo del Prado.  Lo que vende es lo que llama la atención, aunque sea mentira, si no tenemos una historia la inventamos, si hay que matar a alguien se mata, esas son las instrucciones que les da el director de la revista y a partir de ahí todo está permitido
Los nombres de sus personajes como podéis leer en la sinopsis no son inventados del todo, hay cabida para todo, desde el periodista Larra, famoso (me refiero a esta novela) por su artículo "vuelva usted mañana", hasta José Zorrilla, Espronceda...   A los chorizos y corruptos les pone apellidos como "Manosligeras" o "Encausado". El narrador aparece también como uno de los personajes de la novela pero se le acaba cargando. No se salva nadie aquí.   A Picasso le tilda de misógino por considerar su obra "Las señoritas de Avignon" una burla a las mujeres. Y de las obras pictóricas qué decir, aparecen y desaparecen imágenes de los cuadros como si hubiera pasado Tamariz por allí, lo mismo te coloca la cara de  Mortadelo en "El jardín de las delicias" de El Bosco como hace desaparecer un esqueleto de "El triunfo sobre la muerte" de Brueghel.
El autor también ha querido hacer un hueco en la novela a su pueblo  Las Navas del Marqués y  las burradas que repiten cada domingo "algunos" moteros  el Puerto de la Cruz Verde y de las que soy testigo obligado.
Mezcla personajes de distintas épocas del mundo de la cultura, supongo que son algunos de sus autores favoritos (de estos detalles el lector siempre toma nota) que van dando un color divertido a la novela, hay frases que son para partirse de risa.
Personalmente con lo que más me he reído ha sido con el diálogo que mantiene consigo misma la Ministra de Cultura mientras contempla un cuadro en una de las salas del museo.
Los amantes del arte pictórico van a disfrutar de este libro por la cantidad de detalles y de alusiones a varios de los cuadros más importantes del Museo del Prado. Aquí debo añadir que el autor no se ha roto mucho la cabeza, ha cogido el catálogo del 2010 y de ahí menciona casi todas las obras que en él aparecen (esto no es en tono peyorativo así que nadie se me ofenda).

1 comentarios:

torodemelida dijo...

En ocasiones la historia de un cuadro desaparecido podría servir de guión para una novela como el Código Davinci. Este es el caso del cuadro ¡Se aguó la fiesta! de Enrique Mélida que desapareció en un incendio en 1946.. 70 años más tarde, proveniente de Méjico, se subastó en la Sala Durán de Madrid un cuadro del mismo autor, idéntico al desaparecido.
http://torodemelida.blogspot.com.es/
Toro de Mélida

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